Ante la dorsal ausente;
la sonrisa lacónica de Reyes
y
el estruendo mudo de Vallejo
se traslapan.
La figura callada,
el yo in-sustentable
fungen y fingen como envase;
mi esencia, mi veneno,
mi perfume... mata... lo que sea.
La agresividad
de la que victima hago
al mundo.
Mi juego,
mi yo-infantil,
mi sadismo,
todo aunado a un poco
de piel:
un MÍ.
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