No sé si es paranoia mía, no sé si sólo sea una proyección, tal y sólo tal vez decido dejar parte de mis disfraces, tal vez sólo intentamos ser muy distintas pero al final no lo somos, tal vez nos tocó lidiar con una historicidad semi rígida, formamos parte de la historicidad de alguien más. Hoy me tomo estas lineas para decirte lo que nunca se podrá en "persona", nunca te mereció, nunca. Eres. Te entregas, mereces a alguien que se "suba a tu marea" a "tus lunas", mereces, esa es la palabra clave, el orgullo, las inconsistencias, los desvaríos, las humillaciones, no valían la pena, nunca lo valieron, nos engañamos para creer que valían; disfraces, timos, egoísmos. Creo que, siempre lo supiste muy dentro de ti, era la cosa más fácil montarle las mis ilusiones, nunca decía nada, nunca decía no, alimentaba nuestros delirios, hasta que ya se sentía "hasta las rodillas" y huía, huía. Saltaba de una cama a otra, de un corazón a otro, siempre bajo las mismas tangentes de disolutos, el problema nunca fuimos nosotras, nunca. Fue él, sigue siendo él.
Un abrazo a la mujer triste.
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