jueves, 2 de diciembre de 2010

Antropología de las emociones

Jeux d’enfants (2002), Francia.
Un esqueleto “amoroso”
Lo difícil son los principios, este no pretende ser un “ensayo” a la ultranza ortodoxa, se prefiere intentar un diálogo sincero no sólo entre la película y la teoría, sino integrando un enfoque de <conocimiento situado>, un enfoque que solamente se centrará en las emociones.
Yo, desde aquí, no sólo de(s)construyo un discurso, de(s)construyo varios; el propio, el ajeno, el ausente.
¿Hay posibilidad de situar espaciotemporalmente (en este texto) a Sophie y a Julien?  No lo creo, no es algo que me apremie, su realidad es un trastocamiento de las normativas que terminarán reforzando. Es un “lugar común” en cuanto “esqueleto amoroso”, nos trae reminiscencias de discursos-otros que se traslapan con los ideales y con las vivencias, con las heterodesignaciones hegemónicas de lo que es una vinculación “patológica”, pero a la vez, el sueño de un amor tormentoso, el deseo de que el “sonido y furia de la vida” (Bauman, 2005;16) nos sacuda la existencia. La idea de lo “inmanejable”  que se contrapone al desarrollo de rutinas que preservan la confianza básica crea estados de tensión, si no fuera así viviríamos en una melancolía crónica, la posibilidad de creatividad es una válvula de escape de la ejecución compulsiva de rutinas, la posibilidad de una vida emocional.
El entramado de lecturas que se perfilan en la captación de este film es materia para otro trabajo, por lo tanto no hago una introducción de los personajes y de sus “circunstancias”, no importan, ellos nos devuelven imágenes de unos otros-nosotros, a través de sus emociones y de las emociones que nos despiertan  es en el sentido en que me interesa analizarlos, como reflejos, como fragmentación, como figuras que hacen visibles comportamientos y “necesidades”.

                                   Fotografía de un esqueleto amoroso
Sophie y Julien se despiertan más de una emoción (así lo enuncian ellos); a la vez que también nos despiertan emociones encontradas, ¿a qué pudiera deberse eso? Al “hecho” de estar viendo/viviendo/compartiendo (el “cine” como un ritual, un ritual de voyerismo) un “amor verdadero”, “real”, intención lo más obvia de la discursiva cinematográfica,  que responde a un imaginario colectivo de lo qué es el “amor” que se anhela. La historia de Romeo y Julieta en versión posmoderna  sigue trayéndonos tragos amargos, una imposibilidad  (al menos para los “captantes” latinos que tenemos introyectado una idea de amor-todo-poderoso),  una sensación de estar a la deriva, de que el AMOR (con mayúsculas) no lo pueda todo, idea que nos perturba en demasía. Y el quedarnos mientras dan los créditos debrayando sobre las “opciones” que tenían para poder estar juntos-vivos es la prueba irrefutable. Seguimos con el apremio en el pecho de que pudo haber un final-otro (aunque creo que éste es el final-otro),  el estereotipo de “amor-todo-poderoso” es, más que todo-poderoso, omnipresente.
La sombra de los planteamientos de Bataille a propósito del erotismo de los corazones está presente en casi toda la película,  para venir a concretarse (en concreto, paradójicamente) al final del film. Sophie y Julien pareciera que encuentran la continuidad (complicidad) en el juego “capaz o no capaz” una continuidad entre ellos a costa de una discontinuidad con los otros individuos con los que interactúan. “El terreno del erotismo es esencialmente el terreno de la violencia, de la violación.” (Bataille, 2008:21) En una primera instancia su relación es vista como violencia hacía los “demás” (profesores, padres, compañeros), mas con el paso de los años, la violencia se instaura dentro de su “continuidad” lo que los lleva a “solicitar” abismos por protección, todo sigue siendo un juego, un juego de “tira y afloja”. Aunque con el desenlace de la película se logra la continuidad buscada (el amor eterno) con la muerte de los enamorados, sus cuerpos y corazones se abren a quedar suspendidos en un espacio/tiempo que los lleva a reinventar su pasado y a “vivir” un futuro, basado en los “hubiera”.
Sin embargo para que Shopie y Julien pudieran mantener está vinculación “eterna” tuvieron que desarrollar vinculaciones muy laxas con todo lo demás, Shopie con esa familia ausente que a la vez le “trae” problemas en su infancia, luego con su esposo. Julien con su padre y después con su esposa e hijos, los cuales son abandonados en pos de mantener la “emoción”, el juego, el erotismo. Somos “criaturas notorias por su tendencia a romper la rutina y a crear la confusión con la distinción entre regla y contingencia.” (Bauman, 2005;21)  Sophie y Julien van un paso más allá, crean la contingencia como regla. Se sumen en estados de rutina con la esperanza del reencuentro, de la adrenalina. Crear mesetas para “disfrutar más” la pendiente y la sucesiva cuesta. Su vinculación está pactada  desde el primer “gesto” de complicidad (Sophie llora en el piso con sus cosas mojadas después de haber sido llamada por sus compañeros de la escuela “mierda polaca”, acto seguido, Julien quita el freno de mano del autobús escolar, los niños “crueles” van en él mientras se dirige calle abajo sin conductor, los gritos de auxilio no faltan; la primera complicidad. Aunque me atrevería a decir que quienes iban en ese autobús sin conductor eran ellos, Sophie y Julien).
“Todo tiene fecha de vencimiento”, enuncia con nostalgia Bauman, los protagonistas del film lo saben desde un principio, afrontando la muerte de la progenitora de Julien, pero sólo como muerte física (va a su tumba esperando que Sophie aparezca y dice que su madre vuela sobre él), su madre se mantiene volando y ellos amándose, esta es la solución a la inconsistencia, a las libertades. Ulrich Beck ya decía que “libertad más libertad no significa amor, sino más bien ponerlo en peligro o incluso acabar con él” (1998;30), su amor está en riesgo con la diaria convivencia, con las intensidades, con los conflictos y las violencias que se ejercían, con el sentirse desarmado ante él otro, o no poder creer en lo que dice o hace, ¿qué posibilidad tenían Sophie y Julien de mantener su unión amorosa? Durante años lo intentaron, durante más años se mantuvieron alejados. Siempre se trata de la nostalgia, el devenir, el esperar que vendrán tiempos mejores, que lo que está por llegar debe de ser una recompensa de lo que se ha vivido (idea que maneja Bauman en Amor líquido; la tenencia de los individuos a creer que entre más vinculaciones se tienen, o que al incrementar su “historial” amatorio se volverán mejores amantes o tendrán “mejores” relaciones, sin tomar en cuenta que cada relación es/debe ser diferente a las anteriores, cuestión que pudiera respaldarse en que “el otro como otro” no importa simplemente debe de haber un “cualquiera”)  más sin embargo esta no es la visión compartida por la discursividad del guión, ese era “el” momento, no podían esperar por otro, nadie prometía otra felicidad, ellos no creían en tener otro momento, sus caminos los habían alejado, era la “ultima” disyuntiva. O simplemente podría ser como propone Ulrich Beck,  “No hay que pensar nunca que el amor conlleve automáticamente la realización/satisfacción. […] ¡Y con qué facilidad la realización llega incluso a helar la mirada!” (1998;30-31), tal vez este era el miedo que intentaban comunicar los personajes, miedo a no funcionar, a que él otro fuera una idealización (lo cual es irrefutable), una creación para solventar nuestra necesidad de sentirnos vinculados a “algo”. Miedo a que esa intempestividad que los caracterizaba (en parte basada en “capaz o no capaz”) desapareciera al eliminar el juego de su convivencia. Un miedo que compartimos (hablo en primera persona del plural para ser congruente con los <saberes situados>) muchos individuos, la incerteza de la traducción de las emociones ajenas, el “entregarte”, el intentar ser parte “de”, pero a la vez, siempre esa necesidad de replegarnos, de “protegernos”, el sentido de “individualidad” ha permeado nuestras emociones, el conceptualizar al “otro” como un agente de “peligro” intermitente nos lo demuestra, preferimos en muchos casos las cosas “no-complicadas” , los encuentros casuales, las relaciones a distancia, “el fluir”, el “estar” mientras se quiera y se pueda. Pero, en que radica ese “estar”, ese “querer” ese “poder”, siempre en una valoración, en sopesar costos, pros y contras, las emociones tienen una traducción en kilos, en un aquí y un ahora.
                                                           El Negativo
Bien comentan la mayoría de los autores (algunos de los cuales revisamos en clase) sobre la imposibilidad total de traducción de las emociones (algunas veces encasquillando esta “culpa” al relativismo cultural, algunos otras veces a la historicidad y subjetividad de los individuos, pues el proceso de emocionarse es “intimo” aunque este reglado por la socialización), sobre cómo están enmarcadas bajo denotaciones sociales pero a la vez son experiencias muy personales las cuales se reconstituyen por medio de la historicidad, son bucles que nos pueden alejar o acercar a otro-no-yo, pero que podemos llegar a conceptualizar como una extensión de nosotros mismos, una posibilidad de continuidad, de eternidad, de indiferenciación.
Y sin embargo me gustaría incluir una reflexión complicación/complejización) como termino de este debraye. En esta modernidad (donde convivimos premodernos, modernos y posmodernos) ¿es posible que a la luz del deconstruccionismo que se elabora en la mayoría de nuestras categorías, y en especial siendo estudiantes de ciencias sociales, podamos “zafarnos” de la búsqueda de la indiferenciación? ¿O será que esta “preservación” del sujeto (como autoconstructo) es lo que nos ha llevado a relaciones caóticas y sobre pensadas? ¿Es lo que nos ha llevado a ser sujetos líquidos que planteen “conexiones” en miras de salvaguardas? ¿Será lo que nos convierte en intempestivos inflexibles que son incapaces de “sacrificios? ¿Será que tal vez estamos confundiendo los sacrificios con la indiferenciación? Esto es un bucle, el tira y afloja al que nos negamos a “entrarle”, al menos de una manera conciente, nos planteamos en una contemporaneidad alegando el “avance” y la utilidad de nuestros “estudios” pero no hacemos muchas veces concientes nuestras propias estructuras de vinculación, nos “caotizamos” para preservar el individualismo, y empezamos las “conexiones” con un “la cosa es fluir, no hay que aferrarnos”. Somos humanistas, muchas veces poco humanos.
Bibliografía
Bataille, George (2008). El erotismo. España: Tusquets.
Bauman, Zygmunt (2005). Amor líquido. Argentina: CFE.
Beck, Ulrich (1998). El normal caos del amor. Las nuevas formas de la relación amorosa. Barcelona: Paidós/ El roure.
 

miércoles, 27 de octubre de 2010

A "mujer triste"

No sé si es paranoia mía, no sé si sólo sea una proyección, tal y sólo tal vez decido dejar parte de mis disfraces, tal vez sólo intentamos ser muy distintas pero al final no lo somos, tal vez nos tocó lidiar con una historicidad semi rígida, formamos parte de la historicidad de alguien más. Hoy me tomo estas lineas para decirte lo que nunca se podrá en "persona", nunca te mereció, nunca. Eres. Te entregas, mereces a alguien que se "suba a tu marea" a "tus lunas", mereces, esa es la palabra clave, el orgullo, las inconsistencias, los desvaríos, las humillaciones, no valían la pena, nunca lo valieron, nos engañamos para creer que valían; disfraces, timos, egoísmos. Creo que, siempre lo supiste muy dentro de ti, era la cosa más fácil montarle las mis ilusiones, nunca decía nada, nunca decía no, alimentaba nuestros delirios, hasta que ya se sentía "hasta las rodillas" y huía, huía. Saltaba de una cama a otra, de un corazón a otro, siempre bajo las mismas tangentes de disolutos, el problema nunca fuimos nosotras, nunca. Fue él, sigue siendo él.
Un abrazo a la mujer triste.

domingo, 24 de octubre de 2010

Desde "esta" inmensidad

La causa, la finitud, mil
c  o   s    a     s se me aglutinan en las "salida                  s"
permeo mis entradas, eres "sólo el que supo llegar" una canción dictamina a lo





l
e
j
o
s.

Tus condiciones fueron/son contaminantes;
virus "infectante".

Hoy, ayer, semana vivida.
Depresión
Rencor
Resignación
Odio
Amargura
Desilusión.


Eres cadáver en mis recuerdos
eres un no-ser.

Validate en otros rumbos, mi carretera está
cerrada.

                      
                                   
Son mis últimas li.ne.as.

sábado, 9 de octubre de 2010

SOPICALDO PRIMIGENIO/DERRAME DE IDEAS.

El cuerpo simbólico/simbolizado/emocional de la comunidad emergente de Guadalajara.

El proyecto de tesis que planteo aquí versa sobre las emociones/sentimientos que se “viven” en lo que denominaría la comunidad “emergente” de la ciudad de Guadalajara.
En una primera instancia deberé de llenar los conceptos de “género emergente” y “género formal” con los cuales trabajaré.
Cuando utilice el concepto de “género emergente” estaré refiriéndome a cualquier individuo que no entre en los parámetros de mujer/vagina/heterosexual y hombre/pene/heterosexual los cuales serían denotados bajo el término “género formal”. De esta manera planteo los primeros ejes de este trabajo; las construcciones de roles de género, el cuerpo simbólico/simbolizado, y la "orientación" sexual.
Uno de los abordes que haré será desde los ethos, en palabras de Bateson “sistema culturalmente organizado de emociones” (citado por Le Breton en 1999:118, tomado de la obra Naven, sin num. de pagina) el cual se comparte dentro de grupos que pueden ser identificados a partir de estatus social, edad y sexo. Es en este punto donde planteo incursionar, me interesaría intervenir pues yo creo que, la comunidad emergente se articula con sujetos que hacen consciente su condición de “emergentes” (o al menos con los que trabajaré) lo que plantearía un choque entre el ethos primario (en el que se les socializó desde el nacimiento) y el ethos secundario (al que se adscriben a partir de la enunciación de su condición de emergentes), con lo cual el cuerpo simbólico/simbolizado, la historicidad y el aparato emocional se ven reconfiguradas pues, las percepciones que mediatizan la relación con el mundo se ven reconstruidas, esta es una de mis hipótesis. Otra iría más ligada a la condición del cuerpo y la transexualidad que se expresa en éste (término entendido no sólo en el sentido del cambio de “sexo” sino también en el trueque de los signos del sexo), pues al ser parte integrante de la simbólica social nos permite hacer una lectura (a la vez que elaborar un discurso) sobre los sujetos, en el caso muy particular de la transexualidad [la cual según Baudrillard (1991:26), todos presentamos al menos simbólicamente] donde los signos son exagerados entrando al juego de la ambigüedad sexual. Hoy por hoy, todos estamos en esa dinámica de la elaboración de un discurso corporal, muchas veces no conciente, mas esto no significa que sea “natural”. “No hay nada natural en un gesto, una percepción, una emoción o su expresión.” (Le Breton 1999:117) y al igual que el cuerpo el acervo emocional con el cual nos desenvolvemos responden a una simbólica social que es traducida de acuerdo con las circunstancias singulares de cada individuo, pero aun así “Las emociones son modos de afiliación a una comunidad social, una manera de reconocerse y de poder comunicarse juntos contra el fondo de una vivencia similar.” (Le Breton 1999:117) y de cara a estas sociedades modernas, de cara a la sociedad tapatía (la que suelen tildar de “mocha”, conservadora) opino que trazar como eje rector de un grupo la condición de género emergente contrae peculiaridades y resignificaciones emocionales/vivénciales/corporales. El cuerpo en particular se constituye como problemático en el sentido de contraer una performatividad consciente y buscada. La performatividad entendida como micropolíticas que gestiona jerarquías, en este caso particular se trataría del defender el “lugar” y el derecho a la visibilidad. Podría hablarse de una deconstrucción de la “conciencia práctica” y la “conciencia discursiva” las cuales son expuestas por Giddens en el capitulo El yo: seguridad ontológica y angustia existencial en su libro Modernidad e identidad del yo, la primera tiene que ver con los actos reflejos y la automatización con la que se realizan, es no-conciente, podríamos ejemplificar con los movimientos, particularmente la manera de andar, mientras que la segunda tiene que ver con la enunciación de las causas de las acciones, con la reflexibilidad de las mismas, en muchas ocasiones la conciencia práctica ayuda a concentrarnos en la conciencia discursiva, pero en el plano de la transexualidad esto debe de ser reformulado, pues hasta el andar es reconstituido, la exageración de los signos llevan a hacer concientes estas “formulas” que nos facilitan la cotidianeidad y a descartarlos/adjuntarlos de acuerdo al “look” que se pretenda adoptar. La simulación es parte fundamental de esta performatividad transexual/trans-emocional donde la portación de signos/simbólicas sociales se desenvuelven de lo ambiguo a lo exagerado pero que al final hace hilarante la diferenciación, en la “sociedad moderna” (/posmoderna) la indiferencia irónica es el humor ponderante  la fragmentación/liquida son conceptos que sirven para pensar los nuevos procesos que se desarrollan dentro de sus “límites” (geográficos/ideológicos) mas sin embargo los ethos siguen presentes, son resguardados por acciones colectivas (en algunos casos tradiciones, en otros casos nuevas legislaciones) y a todo esto responden nuevas maneras de vinculación con el mundo, nuevos aparatos emocionales que sirven a la performatividad, los individuos nos enfrascamos, desde la elaboración del sujeto como sistema cognitivo/desiderativo, en un bucle anhomeostático/homeostático donde estamos en conflicto constante, buscamos la resolución de nuestras vinculaciones según nuestros términos pero estos acercamientos modifican el objeto (se objetiviza para poder sentir-vislumbrar-adaptar) al cual nos vinculamos.
Somos afectados/afectantes de nuestras vinculaciones.
Desde estos planteamientos quiero/deseo abordar a la comunidad emergente de la ciudad de Guadalajara, pues dentro de los conceptos que propongo yo entraría en la categoría de género emergente lo que me permite hacer un estudio desde lo “emic” para lo “etic” (para utilizar categorías de clasificación que imperan en el ámbito antropológico). Si como dicen algunos teóricos “siento, luego existo” (Le Breton 2007:11) ¿qué pasa cuando nuestro aparato de percepciones cambia drásticamente bajo la consigna de descubrirnos como “otros”?, ¿qué pasa cuando volvemos a tener la otredad encarnada? (la primera otredad la vivimos en nuestros primeros meses de vida cuando no reconocemos a nuestras extremidades como parte de nuestro ser), ¿qué pasa cuando nos volvemos inapropiables/inapropiados para la hegemonía? Nuestra herramienta de vinculación es trastocada por estas condiciones, tomamos conciencia de nosotros mismos y de nuestro entorno a partir de nuestros sentires, de nuestro cuerpo, cuerpo que entra en la performatividad, somos carne pero también tenemos carne. Reconocemos y nos apropiamos del entorno a partir de percepciones fragmentarias, las cuales se articulan bajo nuestro habitus “principio generador de prácticas objetivamente enclasables y el sistema de enclavamiento (principium divisiones) de esas prácticas.” (Bourdieu 2002:169)...............(en proceso).

viernes, 24 de septiembre de 2010

Fragmentos

Un aroma conocido hace que abra los ojos, estoy contra la pared y hay alguien conmigo. Un cuerpo se contrae, respira, palpita, estás ocupado en mi cuello, tardo un instante en que todos mis sentidos aterricen, eres tú, al fin, te levanto la cara y sonríes con lasciva, te doy un beso profundo, saludándote, te muerdo el labio, quiero que me reconozcas, pero tú me demuestras que nunca me has olvidado, lo sé, me besas y tocas como si el tiempo no hubiera pasado, estás inclinado, demasiado, yo de puntas, la estatura es una barrera que solíamos brincar muy seguido, pongo la pierna alrededor de tu cintura, tu me tomas del muslo y me alzas, mis dos piernas te rodean, estas entre mí, te siento, y se que tú también me sientes. Los besos se van tornando más apasionados, nos vamos tomando el ritmo, los corazones que albergamos marchan codo a codo, encorvo la espalda para alejarte, tu playera sale sobrando, me contemplas un instante pues las intenciones se me transparentan, apartas el cabello que me ha caído en la cara, me dedicas una mirada de ternura, después, sólo luchas por zafarme de mi ropa, la blusa fue fácil, miras un momento el bra rosa que llevo puesto, una sonrisa le dedicas, te divierte, él se rinde y cae sin siquiera tocarlo. Mi cabello con un color que no me pertenece me resbala por los hombros, te atraigo hacia mí como algunos insectos son atraídos por el fuego, empezamos a quemarnos bajo nuestra piel, busco en tu boca la cura, tus labios me la susurran entre mordidas, paso mis manos por debajo de mi cuerpo, encuentro tus botones, tu cremallera, de un tirón contundente se desarma, tú no pierdes tiempo en hacer lo mismo, las ataduras de mi pantalón se derrumban, te inclinas para que yo descienda más, no te detienes, te incas, me besas el vientre, los senos, das pequeños mordiscos para comprobar su realidad, te vas hundiendo en mi sur, mis caderas te quedan a la mano, muerdes los huesos que por ella asoman, besas las letras que llevo tatuadas, sabes qué significan, las piernas empiezan a no responderme, me das las gracias de una manera que solo tú sabes, estoy recostada en una cama que no sé de donde salió, tomas mis pantalones por la pretina y das un jalón fuerte, terminan en el suelo acompañando a las prendas que lo presiden, subes por la geografía de mi cuerpo, te posas en mi sistema montañoso, los recorres con la lengua, palmo a palmo, vuelves tus pasos, los desandas, llegas a la cima y te coronas rey, desciendes a mis planicies, en ellas un cráter se forma, lo exploras, lo colonizas, más abajo las tierras que te pertenecen te claman, te clavas entre las penínsulas que son mis piernas, visitas la costas cercanas, vuelves a tu palacio, a tu reino, tus manos resbalan por mi torso, lo presionan, tus labios y tu lengua comienzan lo que mi palpitar les ruega, el lenguaje de mi cuerpo se siente, se oye, se lee, tú me sabes toda, conoces mis formas, mis letras, mis sonidos, mis puntos y aparte. Tu aliento cálido me penetra, mis tierras blandas se crecen, se contraen, se dilatan, tus partes juguetonas me acarician, intentan cucar a mi puerto, le susurran leyendas de otros sitios, lo haces cómplice de mi delirio, de mi pasión, oleadas cosquilleantes  empiezan a subir por mi vientre, la sal que albergo se desborda, tu barco-boca echa anclas.
Sábado

sábado, 11 de septiembre de 2010

Llamadas dérmicas


Mi piel llama a tu piel, a tus ojos, a tus manos, la vista en otro lado. Mi piel anhela tu respiración, tu voz, tus locuras. Mis marcas anhelan ser descubiertas por tus manos, mis tatuajes ser saboreados por tu lengua. Mis esencias quieren conocer las tuyas. No me dan
miedo los devenires, ni los arranques, no huyo a las intensidades (pues soy intensidad), no huyo a los colapsos pues soy Sujeto (no me despiporro ni me gelatiniso), soy consistente. Soy yo. Soy muchas.

Trilce...

viernes, 10 de septiembre de 2010

Propuesta

Seamos fragmentarios, pues no podemos ser de otra manera.
Hijos de la poética y la hermenéutica.
Recreemos (del creer y del crear) la espiral.
Seamos multiples/polifónicos.
Desconstruyamonos a cada paso, a cada aliento, a cada beso. Seamos consistentes mas no por eso predeterminados.
Vivamos pero no con el afan de olvidar... estemos juntos mas no revueltos. Seamos Nosotros, los Sujetos.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Café sin azúcar

"El corazón percibe lo que
los ojos no pueden."

(adornos de mi piel)

Los mundos son más posibles, tal vez es lo que necesito, poder tener más posibilidades, empezar a pensarme simultaneamente en distintos puntos para de esa manera quedarme centrada, norte, sur, occidente.
Agradezco a los involucrados, mucho. Las cosas toman otras dimensiones. Hay profundidad.
Muchas cosas que reportar.....pero el lenguaje de los cuerpos puede no (podría no) tener traducción. Tomar el café sin azúcar suena a toda una posibilidad :)
besos

sábado, 4 de septiembre de 2010

Clar-o-scuro

Me dieron ganas de decirte tantas cosas... ayer tomé clase de antropología de las emociones, y nos enfrascamos en una discusión total sobre qué jodidos es una emoción y cuales son sus partes.... quedamos que se articula con cuestiones fisiológicas, culturales y subjetivas...... si falta una no hay emoción..... Y me dí cuenta que no puedo intentar sentirte sin el vuelco de estómago, sin la sonrisa, sin ese anhelo de que las cosas son posibles.... tal vez estoy dando saltos cuánticos.... tal vez no estoy siendo "consistente" con lo que ya había decidido sobre nosotros, más bien dicho sobre lo "tú" y lo "yo".... había planteado dejar de ilusionarme, dejar de recordarte a cada rato con sonrisas, controlar mis intestinos para que se apaciguaran.... sentirte en tu justa medida y en tu justa distancia..... pero hoy no puedo. Hoy no puedo negarme esa expresión de vida.... ese sin sentido que enfrasca todo el sentir.


Prefiero hoy, ser clar-o-scuro que bombilla encendida.


Prefiero sentir (todo, incluido el pesar) que anesteciarme...






besos, Tril.

jueves, 2 de septiembre de 2010

...

Hoy pretendo ser dicotomía, todas mis partes están aquí, no hay fragmentos en la espera, no estoy suspendida....
Desde aquí, desde mis "yoes", desde mi ausencia, desde mi silencio: digo y soy.

martes, 31 de agosto de 2010

a tres voces

Hace tanto que la vida me sabía a lo mismo, la misma mierda, la misma sustancia que termina quemando las papilas, tanta misma gente y a la vez nadie. Nos aglomeramos para volvernos amorfos sin sentido, sin posibilidad de distinción, sin nada que nos haga auténticos. Nos volvemos los otros, los ausentes, los nulos, los que están sin ser, sin despertar, los que andamos con la esperanza de poder quedar debajo de algún camión, los que vamos por la vida por no tener el suficiente valor de ser suicidas. Los que no son, los que nunca están… los que no debemos ser.



Pero nadie intenta moverse. Con los ojos clavados en el suelo nadie puede. El hipnotismo del pavimento es atrayente, el aleteo de la mosca nos asfixia. Nos volvemos lo que tememos, estamos junto a otros muchos “otros” y nunca los tomamos en cuenta, nunca importan, sólo son pilares que nos constriñen, sólo somos púas de otros. Sólo carne sin podrir, sólo ausencia de vacío.


Sólo busco la distancia, la multitud me altera los sentidos, me hundo en un pozo sin fondo, las paredes son cabezas, bocas gritonas, soledades ruidosas, dientes que arrancan los dedos si intentas detener la caída. El vacío es interminable… la desesperación se torna parte de lo habitual, y no somos nadie, los pensamientos que nos inundan la cabeza vienen de un lugar ajeno a nosotros, de una dimensión que no responde a lo que en realidad necesitamos, nos creemos; feos, gordos, “indios”, tontos, inútiles, gueto, fatales, perversos, psicópatas, tenebrosos, amenazantes, débiles, corrientes, ojetes, vulgares, inconsistentes, incompletos, ilegales, inmorales, palúdicos, larguiruchos, chaparros, enanos, monstruos, humanos. Y nos venden una solución para cada cosa, nos venden la receta del ser perfecto, nos mienten, nos asfixian, nos desfalcan. La vida se esconde a cada esquina, nos grita para que la alcancemos pero estamos cansados de su juego, a las dos cuadras dejamos de seguirla, no tiene chiste gastar la energía por ver pasar una mariposa a medio kilómetro, las manchas en el aire no nos provocan mucho entusiasmo.

Somos victimas y victimarios, alimentamos lo que nos descuartiza,


Pero la insuficiencia para vivir me empapa lo más hondo, el contacto quema, me asfixian, la podredumbre se respira a kilómetros, la incapacidad para vivir, para ser, para hacer. Tus ojos oscuros me gritan, en su forma triste me dejan recados, caricias, el recuerdo de tu mirada brulante me transporta a otros sitios, quisiera... quisiera... no debería querer, el desastre a mí alrededor exige lo contrario: atasco, desesperanza, monotonía, cuidado. Arráncame las manos para que dejen de quemarme la mente, los ojos para no tener que ver lo que no quiero, la vida nos mata un poco a cada rato, mata las esperanzas, las promesas, los amores, las razones, sólo no nos matamos por flojera, no por falta de convicción. Caminos sin rumbos, deambulamos por los pasillos del hacer con pantuflas y comiendo mocos. La vida no está, no nos deja, largate...déjanos no vivir, deja de restregarnos en la cara lo que no somos, lo que no seremos, las carencias, las enfermedades, los imposibles, los limites... estoy harta... yo soy los límites... hasta donde el cuerpo aguante, hasta donde la mente dé de sí, hasta donde las tripas no intenten devorarse unas a otras, hasta donde tu recuerdo me llegue, hasta donde se me siga encrespando al piel al pensar en ti, hasta “más no poder”.

domingo, 29 de agosto de 2010

simplemente.........

Hoy ya no estás, hoy ya no eres. Los pasados y tus presentes se unen bajo una misma categoría.


Hoy decido ya no estar, volver los pasos andados, retraer los tentaculos, dinamitar puentes, fijar la "mirada perdida" en otro sendero, dejar de pensar "abajo" para pensar "aquí".

Hoy dejo de resistirme a las mareas, quito las amarras de tu puerto. Mis caballos ya no gustan de tu pastura.

Sólo creo en los presentes. Tus frases gastadas se leen en todos lados, dejan de tener sentido, "quieres y adoras" a lo que sea, no me gustan los hombres gelatina.

sábado, 28 de agosto de 2010

A ti.

¿Dónde estás? Los peces naranjas de mi habitación verde musgo preguntan por ti, esos que nos espiaban, esos que me siguen, esos que nos sirvieron de centinelas aquella noche mientras bajo una farola intentábamos no caer al piso mientras nuestros procesos productivos de maquinas deseantes se disparaban, esos que nunca dijeron “viene alguien”, pero hoy preguntan por ti; extrañan: tu voz, tus inflexiones, tu español neutro, tu chimbombes, tu sonrisa, tus latidos, extrañan tu placidez, la poca ropa, las casi nulas horas de sueño, el alcohol, las risas, las manos, extrañan ser cómplices de lunas de miel invertidas, extrañan los besos a cerveza con pepitas, los miles de espejos, los pies en los pantalones ajenos, me extrañan no extrañándote, y siguen preguntando por ti ¿Qué les digo? ¿Qué son las malditas distancias? ¿Qué no es el momento? ¿Qué ponto?... ellos dicen que vengas con tus demonios, pero que vengas, que tus peces y mis peces irán a nadar, nuestros múltiples se hablaran y los sonámbulos que nos habitan fluirán, que dejaremos de ser otros para ser nosotros, quiero verte tendido en la cama (aunque Eli casi llore por ser su lado), sentarme sobre ti, verte bien, besarte profundo, besarte hondo, besar tus miedos, tus demonios, tus anhelos, que tus manos recorran mi piel pálida, que la domes…colonizame!!!

Tal vez por extrañarte tanto no pude escribirte un cuento, tal vez porque tenía tanto que decirte elegí un simple texto, -te extrañamos-, cantamos a coro los peces y yo……